Páginas

11/17/2012

Buitres



Los "pajarracos",  denominación popular que en muchos lugares del entorno rural, reciben los buitres leonados, son facilmente localizables en nuestra zona, aunque más difíciles de fotografiar debido a la gran altura en la que efectúan sus vuelos circulares. El momento ideal para poder observarlos con detenimiento es cuando se están alimentando. Esto lo podemos presenciar casualmente, por la muerte de un animal de forma natural, o de manera controlada en los muladares.
Nuestro grupo, ha presenciado las dos formas mencionadas. No cabe duda que la primera es mucho más emocionante por imprevisible,  pero aunque pensemos que la segunda nos da garantía de éxito, no ocurre así en la realidad.
Después de una montería, donde todos los despojos se les "ofrecen"  generosamente a nuestros amigos, hemos podido comprobar (debidamente camuflados en hade) ,  como a veces bajan masivamente  y comen como las palomas lo hacen en un parque o como después de aguardar ocho horas sin movernos, nos hemos marchado sin que ni un solo ejemplar se halla acercado al festín...
Y es que según comentan la gente del campo ...  "Los pajarracos no tienen reglas" ...
También hemos podido comprobrar sorpresivamente,  como hay otra especie doméstica que es capaz de espantar a los buitres y dar buena cuenta de la carroña.  Se trata del cerdo ... Si, ese animal del que se dice nos gusta hasta sus andares ... Es verdaderamente impresionante ver como mastican vísceras y huesos,  como si de pienso compuesto se tratara ... Ese día, solo ese día, decidimos que no íbamos a desayunar lomo en manteca ...
Existen múltiples creencias referidas a este animal. En otros tiempos los ganaderos perseguían y mataban a los buitres por considerarlas aves de mal agüero, que amenazaban al ganado próximo a parir. También fue un animal muy importante en la cultuta celtíbera. Los cadáveres de los caídos en combate se dejaban para su alimento, así el alma del guerrero acudía ante los dioses del Cielo.

Nuestro amigo Enrique Emberly, en su recientemente publicado libro, "La mitofauna del Campo de Gibraltar", obra que recomiendo  a todos/as los amantes de la naturaleza,  cita también la creencia entre ganaderos, de que los buitres sólo se comerán a las vacas muertas que reposan en el suelo sobre su costado derecho, dejando al aire su flanco izquierdo que, según ellos, es el lado del corazón y así atrae de forma casi magnética a estos carroñeros" . Para Enrique, que incluso ha cuidado  ejemplares jóvenes heridos, lo que realmente dicta las normas de conducta del buitre, es el factor hambre.